Los
últimos días los valencianos y las valencianas, en especial los que
viven en la propia ciudad de Valencia, hemos experimentado el
sentimiento de nuestra fiesta grande, la fiesta de las Fallas.
Las
fallas son la fiesta grande de la ciudad de Valencia y son un icono de
nuestra cultura como puede ser el Tirant lo Blanc de Joanot Martorell,
los poemas de Ausiàs Marc o el Miguelete de la Seo. Las
fiestas falleras nos han hecho famosos en todo el mundo y atraen
visitantes de todas partes de España y también del extranjero. Estas
son unas fiestas críticas que al igual que las comedias griegas de
Aristófanes o los escritos de Luciano de Samosata, emplean la ironía
para hacer critica social. Las
fallas representan la voluntad popular y lo que la gente quiere que se
termine; como la corrupción política u otros temas de rabiosa actualidad
que incomodan a la opinión pública. Los monumentos emplean la caricatura para llevar a buen puerto su misión de sátira. Para
intentar poner fin a lo que las figuras representan, el día 19 de
Marzo, día de San José, por la noche, se les vota fuego, ahí es donde
vemos representado el origen pagano de la fiesta fallera, es pagana
la idea de que el fuego purifica y este espíritu puebla tanto la fiesta
de las Fallas como las hogueras de San Juan o de San Antonino, se quema
lo que se quiere eliminar, suprimir o ponerle fin.
En
estas Fallas del año 2013, en la propia ciudad de Valencia se han
producido unos incidentes en la noche de la cremà, la noche de San José
cuando se queman los monumentos; una falla había representado algunos dioses hindúes y como es tradicional aquella noche del 19 de Marzo se le pretendía votar fuego y que las llamas devoraron los exóticos dioses representados. Tal
cosa no ha pasado, el colectivo hindú de la ciudad del Turia, impidió
que esto fuera lo que pasara, mediante protestas no del todo pacíficas,
lograron detener las llamas y la falla se salvó de su destino de cenizas
. Este
acto del colectivo hindú ha provocado numerosas críticas contra la
actitud de este grupo frente la fiesta acusándolos de intolerantes e
inadaptados argumentando que al ser extranjeros lo que tenían que hacer
es adaptarse y respetar nuestras costumbres, el
problema, pero, es que parece que nosotros mismos no conocemos nuestra
propia cultura, o eso o no somos tan tolerantes como nos gustaría
pensar.
La
fiesta de las Fallas es una tradición milenaria de raíz pagana, como se
ha dicho anteriormente, y como también se ha dicho ya, los monumentos,
se queman como símbolo, quemar un Ninot que representa al presidente
corrupto de un gobierno, es, como quemar la corrupción de los políticos, así se da a conocer el malestar que provoca la corrupción. Se
queman los muñecos con el deseo de que el próximo año, el que comienza
el 19 de Marzo, (recordemos que para los romanos el año comenzaba en el
mes de Marzo) esto no se vuelva a producir, que ese año esté falto de
corrupción a las altas instancias de la vida política. Es este punto, el que ha podido alimentar la ira de los hindúes de los que hemos hablado. Quemar
un dios o un conjunto de ellos, equivale a quemar una cultura, pues la
cultura es un "Conjunto de los símbolos, valores, normas, modelos de
organización, conocimientos, objetos, etc., Que constituyen la
tradición, el patrimonio, la
forma de vida, de una sociedad o de un pueblo. "(Diccionario de
Estudios Catalanes) y en las fallas, quemar algo quiere decir que
deseamos su desaparición. Es por todos conocido el universal antropológico de defender nuestro pueblo
y nuestra familia, y en la práctica, atacar la cultura de un pueblo
equivale a atacar a todo el conjunto de ese pueblo, y es por eso que la
gente vota para defenderla, para defenderse. No
podemos pretender atacar la religión de las personas, que no es más que
una manifestación cultural, y que esa gente no se intente defender.
Así
pues, antes de molestarnos por la actitud de esos indios, lo que
deberíamos hacer es conocer mejor nuestras propias tradiciones y así, tal
vez, nos demos cuenta de que algunos de nuestros actos pueden dar motivos
más que justificados a otros colectivos humanos para reaccionar frente a esa cultura propia que no conocemos. Preguntémonos
cómo reaccionaríamos nosotros, valencianos, si esos hindúes celebraron
una fiesta que se quemará nuestra bandera o en la misma Geperudeta. Nuestra reacción en este caso, pienso yo que no sería muy diferente a la de ellos.