Los errores de la ilustración

El siglo XVIII es conocido por todos los estudiosos y estudiantes como el siglo de las luces. En este importante periodo histórico, surgió el movimiento de la ilustración, influenciado por la independencia americana y la publicación de la enciclopedia. De repente la luz de la razón humana, podía explicar, los misterios oscuros para los que antes solo existía una explicación teológica, ahora se podían entender los misterios del mundo sin recurrir a la figura de Dios. La ilustración, produjo grandes avances, como la revolución francesa de 1789 y el fin de las monarquías absolutas, que habían sido desde siempre una tiranía de la aristocracia, pero, por otro lado, la ilustración condujo al mundo actual, un mundo enfermo, insolidario y consumista por una serie de errores de base.

El primero de estos errores es económico. El sistema capitalista, cuyo funcionamiento se esta viendo que no funciona, se produjo en esta época y fue producto de las teorías de librecambio y libertad de comercio. A simple vista, puede parecer bueno, pues de este modo el dinero y su valor, no dependen de los gobiernos ni de los cambios políticos siendo aparentemente invulnerables a una dictadura, pero si se analiza más profundamente, uno se da cuenta de que es el propio mercado el que se tiraniza a si mismo. Al perder los gobiernos el control sobre el mercado, este pasa a manos de los empresarios, que buscan producir en masa para ganar cuanto más dinero mejor, cosa que produce especulación y a la larga, crisis de sobreproducción; la oferta es superior a la demanda, por tanto los precios caen, y miles de personas pierden su trabajo y su medio de vida, como paso en 1929 y pasa hoy día. Pero durante la crisis del 29 hubo un país que no sintió los estragos del crack de la bolsa de Nueva York, la URSS, que con su economía planificada por el estado, no tubo crisis de sobreproducción, pues era el estado el que imponía unos topes de producción al productor, de este modo no había excedentes, al parecer, eso que siempre nos dijeron que era tan malo, resulto ser, de lo malo, lo mejor.

El segundo error, es de índole social. El “yo”, el “yo” por encima de todo, es un legado de la ilustración, ya no importa la comunidad o el prójimo, lo único que importa es la autosatisfacción y si para conseguir mi felicidad se ha de pasar por encima de la sociedad, se hace. Para un ilustrado sería irracional el comunitarismo, puesto que en la naturaleza sobrevive el más fuerte y eso, ha de pasar con el hombre. Esta teoría esta muy arraigada en el mundo actual, pensemos sino en el egoísmo imperante, nadie ayuda a nadie y los países ricos son ricos porque los países pobres son pobres y a nadie le importa, porque ellos son ellos y nosotros somos nosotros, esta concepción enferma puede llevar a justificar la más terrible atrocidad del nazismo, el concepto de raza, que produjo la muerte de cerca 5 millones de judíos, porque, los judíos eran judíos y los alemanes, eran alemanes. La solución a esto es complicada, algunos filósofos como Adorno o Mcintyre, proponen una retorno a la polis griega, en concreto a la polis de Platón, pero esto no es la solución puesto que la “polis”, la ciudad griega, esta sujeta a una visión idealizada, pues la llamada “democracia ateniense” no lo era realmente, el derecho a voto, estaba restringido a los ciudadanos libres y varones, siendo estos apenas un 20% de la población, esto no es democracia. La polis de Platón tampoco es la solución, porque ¿donde queda la libertad individual en el sistema platónico? No se puede cuestionar al gobierno de los filósofos, no hay libertad de expresión, no hay libertad de acción ni de movimiento, la polis de Platón es sin duda la peor dictadura imaginada.

Otro error es de aire intelectual. En efecto, la razón puede dar respuesta a todas las cosas, pero ¿acaso no tiene la razón un lado oscuro? Como denuncio el pintor zaragozano Francisco de Goya en sus grabados y como enunció Rousseau, la razón puede producir monstruos. Pensémoslo desde el punto de vista del filosofo Rousseau, la geografía puede ayudar a conocer mejor nuestro mundo, la configuración de los ríos y las montañas, pero, en primera instancia, los beneficiarios principales de este conocimiento son, los militares, que utilizaran esto como una ventaja estratégica para una guerra, otro ejemplo; la bomba atómica, la división del átomo produce una enorme cantidad de energía, que puede alimentar a mucha gente a un coste mínimo, pero la primera vez que se utilizo la energía atómica fue en Hiroshima y Nagasaki y el resultado fueron más de 150.000 muertos convirtiendo a su creador en un monstruo que declaro después de esos actos: me he convertido en el destructor de mundos. Sin duda, la razón, el conocimiento, es fundamental, pero tiene un lado terrible, pensemos sino en la Guerra del Francés, los soldados de Napoleón eran producto de la revolución francesa, de la ilustración y, sin embargo cometieron verdaderas salvajadas, como nos muestra Goya en sus dos cuadros: La Carga de los Mamelucos y Los fusilamientos del Dos de Mayo  o sus grabados los desastres de la guerra .El hombre, no actúa únicamente movido por la razón, sobre él, actúan muchos otros alicientes, como los sentimientos y las pasiones. La solución a este problema es sencillamente la educación, pero no la educación impartida en las aulas, sino la educación impartida en casa, donde un niño aprende lo bueno y lo malo, pero el problema actual, radica en que al parecer los padres modernos han olvidado que es eso, y cuando los estados toman mediadas para compensar esa cadencia, los padres se echan a las calles y se manifiestan contra una asignatura que, a la larga, puede salvar vidas, otra manifestación del “jo” porque el derecho a criar a mis hijos es mío, jo tengo derechos, si, pero ¿que hay de los deberes?.

En resumen, puede que la ilustración fuera un foco de luz que alumbrara las tinieblas, pero esta luz, a su vez, produjo nuevas sombras. Sabiendo todo esto igual habría que cambiar la denominación del siglo XVIII y llamarlo el siglo de las luces y las nuevas sombras.